La Poesía me llegó antes de nacer...
Hubo una vez un viaje, en barco, por el río Uruguay, desde Concordia hacia Buenos Aires. Madre iba en ese barco. Cerca de la costa hay un faro que tiene mi nombre.
Ella lo vió y pensó que si llegaba una niña se llamaría así: Stella Maris. Esa visión, una imagen luminosa, sagrada, sobre el movimiento del agua, el rumor de un nombre en el silencio de la noche, con el deseo de que algo nazca, el amor anticipando la creación, es el origen. Y fue un destino para mí.
Creo en la poesía como una forma, quizá la más profunda y bella, de percibir el mundo.
Y también creo, como Eugenio Montale, que la poesía “es un monstruo”, porque es música hecha con palabras.
Mi acercamiento al género fue temprano, me gustaba leer y escuchar versos, gente que recitaba.
Me formé en talleres en mi ciudad y viajando por el país, con grandes poetas, pero sobre todo, a través de la lectura constante y escuchando poesía, en especial, la leída por sus autores.
Con el tiempo encontré la forma de reunir mis dos pasiones: Música y Poesía, en Recitales en los cuales comparto mi obra poética con canciones.
En la actualidad tengo tres proyectos en escena:
– Del Spiritual al Blues, con Gabriel Grätzer.
Un recorrido por la música afroamericana en poemas y canciones.
– Tango & Poesía, con Ariel Argañaraz. Un
repertorio de tangos clásicos que alternan con poemas.
– Jazz Standards & Poesía, con Ángel
Sucheras.
Un viaje a través de standards de jazz emblemáticos y poesía.
Publiqué tres libros y mis poemas fueron incluidos en varias antologías. También hice reseñas sobre poetas y ensayos sobre poesía y música.
He participado en Festivales de Poesía en Argentina y en el exterior.