“El arte no cambia nada, el arte te cambia a ti.” – David Lynch
El sábado 13, en la calle Borges 1975, Palermo, la invitación estaba explícita en su título: "Del Spiritual al Blues", un viaje a la profundidad a los orígenes de la música negra. Allí nos esperaban dos grandes artistas, Stella Maris Ponce y Gabriel Grätzer. Y digo artistas, porque lo que co-crearon en esos preciosos momentos fueron verdaderas obras de arte.
Fue un plácido recorrido por la música folklórica afroamericana. Nos invitaron a un viaje por los lugares y las formas de la música negra.
Dos libros fueron las guías para el bellísimo camino recorrido. En primer término: "Spirituals", de Stella Maris Ponce, que reúne las búsquedas de dos voces que durante años hicieron su propio camino hasta encontrarse: la voz de la escritura y la voz del canto. Sentimientos atravesados por ese “to feel blue” siempre tan presente. “Los Spirituals y el dolor humano, la nostalgia por las pérdidas, el asombro ante la fugacidad del tiempo y el misterio sobre el más allá. Pero también la celebración de lo cotidiano del Gospel, la exaltación del presente, la posibilidad de asirse a una porción de sentido vital que alcanza a veces la dimensión de un himno”, en las magníficas palabras de Stella Maris. Un libro que respira poesía!
En segundo término, "Bien al Sur – Historia del Blues en Argentina", donde Gabriel Grätzer y Martín Sassone cuentan cómo llegó el blues a la Argentina. Una historia que empieza con Manal y llega hasta Pappo y Oscar Alemán; pero también una recorrida por el peculiar camino de la música negra en Argentina, en una deriva que alcanza a los Rolling Stones y a un público ovacionando a B. B. King en el Luna Park. Un libro único e indispensable que todo amante de la investigación musical debería tener. Y también para todo curioso profesional, como quien escribe este crónica!.
El repertorio, verdadero alimento para el alma, se compuso de canciones, poemas y comentarios, donde se alternaron lecturas, cantos a cappella (un gran acierto!!!... me conmovió profundamente la caminata de Stella Maris, cantando a capella hacia el escenario, donde esperaba Gabriel) y temas en dúo de guitarra y voz a cargo de Stella Maris y Gabriel.
Gabriel despuntaba acordes en su guitarra y con eso alcanzaba para transportarnos a otra época. Más exactamente, a orillas del río Mississippi, allá por los ´20. Eran los tiempos y el lugar en los que el blues comenzaba su ebullición, de la mano de Charlie Patton y Mamie Smith, entre otros. El ritmo, el pulso, el acento, la letra, su voz y su inglés, me hacían dudar de que se trataba de un negro disfrazado de blanco.
La verdadera Master Class de Gabriel fue otra gratísima sorpresa para mí, la que logró difundir la Música Negra desde sus orígenes más remotos ligados a la oralidad hasta el momento en que, con acompañamiento instrumental comienza a ser la referencia de géneros que se desarrollarán posteriormente, el blues urbano, el jazz y el rock. También ofrecer la riqueza lírica de sus letras, en lo temático y musical que es inspiradora por su contenido espiritual de liberación. Un Gabriel que además de todo esto, es creador, director y docente de la “Escuela de Blues”, con sede en Buenos Aires.
No faltaron clásicos como “St. Louis Blues”. “El blues no era, aún, una música popular conocida y la denominación que se empleaba para definir a los intérpretes rurales era folk o «baladas afroamericanas». Fue entonces cuando W.C. Handy produjo una revolución cultural al incorporar a su pequeña orquesta el ritmo, melodías y estructuras de aquellos músicos folclóricos y utilizar el término «blues» para denominar sus nuevas composiciones. El «St. Louis Blues» fue publicado en 1914 y se constituyó en un éxito descomunal y puso la palabra blues en la consideración popular. Cuatro años más tarde, la Ciro’s Coon Club Orchestra realizó la primera grabación de esta obra que le valió a Handy el apodo del “Padre del Blues””, en palabras de Gabriel.
Como también esos “Zapatos”, tan espirituales en la pluma y voz de Stella Maris, que comienzan con esta preciosa cita “I got shoes, you got shoes, all God’s children got shoes, when I get to heaven goin’ to put on my shoes, goin’ to walk all over God’s heaven” (Yo tengo zapatos, tú tienes zapatos / todos los niños de Dios tienen zapatos, cuando llegue al cielo / voy a ponerme mis zapatos y caminaré por todo el cielo de Dios). O este precioso “Spiritual”, con esta cita “Nobody knows the trouble I see, nobody knows but Jesus…” (Nadie sabe el pesar que veo / nadie sabe excepto Jesús), o “Los nombres y la vida” y esta conmovedora cita “Hush, hush, somebody's calling my name
Oh my Lord, Oh my Lord, what shall I do, what shall I do? (Silencio, silencio, alguien me está nombrando / Oh, mi Señor, oh mi Señor, qué voy a hacer, qué voy a hacer?) y ese río y Stella Maris en medio del río y la mirada de su madre…y ese exhalar el primer soplo y nombrar a su hija por primera vez. Toda esta belleza contenida en su libro “Spirituals”.
Al final nos esperaban la bella letra de Stella Maris con sus libros, como “Spirituals” y el CD de este Embajador del Blues en Argentina, “El blues lleva tiempo”, para quien quisiera disfrutar más de sus preciosas artes.
Felizmente, completaron este marco el cineasta Alberto Ponce, hermano de Stella Maris, haciendo también su precioso arte: traducir esta obra de arte a otro idioma. “Sólo hay una cosa valiosa en el arte: las cosas que no puedes explicar.”, decía Georges Braque. Alberto lo hace con el cine. Y la presencia de Jorge Buffa, amor de Stella Maris y todo el resto del equipo.
La sensación que tuve al irme pleno de tanto arte es la pena por aquellos que se lo perdieron. Es una propuesta artística que no se ve fácilmente en nuestros días.
“El objeto del arte es quitar el polvo de la vida diaria de nuestras almas.” afirmaba Pablo Picasso. Sin dudas, Ustedes lograron sacar el polvo de la vida diaria de nuestras almas, con creces.
Felicitaciones y gracias, Stella Maris y Gabriel, por tanto arte.